Por Katherin Rojas Sánchez
Salmo
Lc 1,46-48.49-50.53-54
Me niego a su dios
Mi alma no proclama la grandeza del Señor,
ni se alegra mi espíritu en su dios salvador;
porque he mirado la humillación de su esclava iglesia.
Desde ahora me despojo de sus leyes.
¿Por qué
su nombre es santo?
si su misericordia no llega a sus fieles
de generación en generación.
A los hambrientos no los colma de bienes
ni a los ricos los despide vacíos.
¿Auxilia a su siervo
acordándose de la misericordia?
Sobre la autora de este disparate:
Efímera Cattleya de palabra suelta. La otra en el espejo. Licenciada cantina, sin música y sin cerveza ella pierde la cabeza.