Habitantes del municipio de Armero Guayabal denunciaron que durante la pandemia por el Covid-19 las actividades extractivistas no ha parado en ese municipio e incluso parecen haber incrementado.
El pasado miércoles 3 de junio, Medardo Ortega, alcalde de Armero, se reunió con funcionarios de la empresa minera Group S.A.S para hablar del contrato de concesión L-685, un título minero de 19.860 hectáreas para la explotación de cobre, oro, zinc y sus concentrados, y demás minerales concesibles, cuyo titular es el señor Luis Hernando Peñaloza Rodríguez.
Es importante mencionar que, aunque ese proyecto se encuentra en fase de exploración, según miembros de la comunidad del corregimiento San Pedro, en la vereda El Placer, que es donde se pretende desarrollar la actividad minera, se han escuchado detonaciones y se han formado cráteres, frente a lo cual nadie responde, por lo cual le hacen un llamado a Cortolima para que atienda la situación.
En respuesta a lo anterior, los concejales Diomedes Díaz, William Olaya, Heber Antonio Torres y José Yesid Fernández estuvieron presentes en una reunión convocada por la comunidad, quienes de forma presencial, y con todos los protocolos de protección dado que la virtualidad allá no es posible, estuvieron dialogando sobre la situación en el corregimiento San Pedro.
“Nos sumamos a la preocupación de la comunidad debido a que dentro de ese proyecto minero tienen pensada la realización de una cantera para extraer arenas y gravas, sin embargo en el título se habla de oro, zinc y otros metales y sus derivados, quiere decir que lo que encuentren en esas cerca de 20.000 hectáreas va a ser explotado. Van a afectar gravemente los ecosistemas y las cuencas hídricas de la vereda El Placer”, explicó José Yesid Fernández, Coalición Convergencia Alternativa por Armero Guayabal.
Por su parte, David Machado, vocero del Comité Ambiental de Armero Guayabal, manifestó: “Las empresas mineras se aprovechan del aislamiento obligatorio en el que nos tiene el COVID-19 para seguir con sus proyectos. Es inaceptable que mientras nosotros estamos confinados en nuestras casas para evitar los contagios, los mineros anden ‘como Pedro por su casa’ y se reúnan a puerta cerrada con el alcalde, quién sabe para qué”.
Es de resaltar que, la jornada de protesta se dio en medio de un riguroso protocolos de bioseguridad en donde no sólo le exigían a las personas externas el uso de tapabocas, desinfección y el distanciamiento físico de dos metros, sino la aplicación de una entrevista y recolección de datos, demostrando que las comunidades están preparadas para defender el territorio en medio de la pandemia por el Covid-19.