PALMIRA DIJO NO AL EMBELECO METROPOLITANO: Óscar Rivera, Columnista.

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La imposición de someter a los habitantes de Palmira a una votación para conservar su categoría de Municipio se ha gestado durante más de 25 años de feas acciones de Cali, para socavar la integridad territorial de Palmira y de reiteradas intervenciones indebidas en su POT, Plan de Ordenamiento que define los usos del suelo de acuerdo con la ley 388 de 1997. El asedio se basa en una ley espuria; 1625 de 2013, antidemocrática y tramada para facilitar el esperpento de una democracia singular; que el 5% de los habitantes de un pueblo puedan
imponer su voluntad al 95%, manipulados por un poder omnipotente.

Con el agravante de maquinar la anexión sin el conocimiento previo de la inmensa mayoría de los inermes elegidos para la anexión Metropolitana. Hoy 24 de noviembre de 2024 hemos rechazado el asedio de personas notables de Cali, con un rotundo no a la imposición antidemocrática, sustentado por 68.365 votos, 93,47% contra solo 4775, el 6,52%.

En 2024, ya organizaron la toma física del Municipio planeada maquiavélicamente, desplegando un ejército de académicos y de “expertos” que invadieron a Palmira regalando libretas, abanicos y lapiceros. Los espejos que utilizó Hernán Cortez antes de la noche triste de Tenochtitlan y la horrorosa colonia de cinco siglos. Ellos
pregonaron las “maravillas de las Áreas Metropolitanas en foros convocados, orientados y manipulados por Cali, donde se impedía la participación normal de los habitantes de Palmira. Mentira rechazada por la realidad, en la Ciudad Metropolitana de México sin agua, en Bogotá ejemplo mundial de inequidad. En Sao Paulo, con 1000 favelas antros de drogas, miseria y violencia, en Buenos Aires con dos millones de indigentes en sus villas de miseria.

En la Soledad metropolitana del Atlántico, acosada por conflictos sociales. Hablaron de una presunta solidaridad a partir de la creación del embeleco Metropolitano. Pero en la dura realidad es imposible construir amistad sincera con vertimientos de aguas residuales de 490.000 personas arrojadas al río Cauca hasta eliminar el oxígeno disuelto y aniquilar la vida de los peces. Con decenas de miles de toneladas de escombros sucios arrojados sobre la margen derecha del río Cauca que debería estar protegida en uso de conservación, y contaminando los diques. Denunciado por el diario El País el 1 de septiembre de 2024 “Agoniza el río Cauca a su paso por Cali. Mal le paga el diablo a quien bien le sirve”.

La orientación de taponar los humedales con pisamos, escombros y transformando el humedal Tortugas de aguas cristalinas y gran biodiversidad de plantas amantes de la humedad, de peces, aves, batracios, reptiles, mamíferos, insectos en sucio colector de aguas residuales de 50000 habitantes de la zona de expansión de Cali en Candelaria. Existe una profunda contradicción en los planteamientos de la Alcaldía de Cali; avaló las ciudades autonómicas concebidas por el senador Name “para evitar la concentración del presupuesto en Bogotá; la causa de la pobreza, atraso, la miseria y la violencia en Colombia” y al tiempo propuso la enorme concentración del presupuesto en el Área Metropolitana de Cali. Se presentó ante el mundo cómo el adalid de la capital mundial de la biodiversidad, olvidando que posee un mínimo de las especies de flora y fauna del
Chocó Biogeográfico; desde las bocas del Atrato hasta el cauce del río Mira. Al tiempo Cali propuso ante la UNESCO el paisaje cultural azucarero; la expresión física y biológica del Valle del Cauca en 2024.

De escenario de biodiversidad hasta la mitad del siglo 20, fue transformado por la caña de azúcar en monocultivo. Hasta las orillas de los ríos y vestigios de humedales se sembraron en caña. En el desaparecieron las especies forestales, guaduales, frutales nativos, cultivos alimentarios de cereales, leguminosas, hortalizas. Especies de aves, de mamíferos, de batracios, reptiles, insectos, de macro organismos y microorganismos del fértil suelo, exterminados por quemas y rocíos de IA Glifosato…

Pero el mayor agravio que hemos recibido los palmiranos es la labor soterrada para desintegrar el territorio físico espacial de Palmira y anexarlo a Cali, quebrantando la amistad, solidaridad y paz entre los Palmiranos. Han recurrido a todo tipo de argucias para quebrantar la unidad entre nosotros, escindir y fraccionar el territorio, apropiándose de la zona más productiva de Palmira y causando un daño irreparable en la economía y en la vida de sus habitantes.

Hoy 24 de noviembre de 2024 hemos derrotado la fea pretensión de Cali y denunciamos ante Colombia y el mundo que continuaremos defendiendo nuestra integridad territorial y el derecho fundamental de opinar, ordenar y decidir sobre nuestro terruño palmirano. Invitamos a los amigos de Cali a recuperar el equilibrio social y ecológico gravemente lesionado durante años de “progreso” Los invitamos a crear una verdadera amistad y un nuevo clima. A partir de limpiar cada escombro de Cali arrojado en los 39.900 metros lineales del dique de Palmira.

A depurar las aguas del río Cauca construyendo los sistemas de tratamiento completo del río Pance, Meléndez, Lili, Cañaveralejo, Cali-Aguacatal-Chocho. En Palmira su PTAR debería estar terminada desde el 2016.
A partir de recuperar la vida en los ríos de la región y sus especies de peces exterminadas por total ausencia de oxígeno disuelto. A depurar el colector de aguas residuales del zanjón Tortugas. De reconstruir el dique de Ciudad del Campo. De entender que no se puede imponer un paisaje cultural azucarero; la gran expresión biológica y física del exterminio de la biodiversidad de flora y fauna consumado en el valle geográfico del Cauca.

De entender que necesitamos espacios de vida, para cultivar la seguridad alimentaria, otros usos del suelo y para el disfrute y la recreación de toda la familia palmirana y vallecaucana.

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