Ayer se llevó a cabo la Audiencia Pública Ambiental para el proyecto de explotación en el Río Saldaña, durante la cual se destacó la ausencia de Cortolima, la autoridad ambiental regional. Esta omisión ha generado fuertes críticas por parte de las comunidades, dado que Cortolima desempeña un papel fundamental en la supervisión y regulación de proyectos que afectan el medio ambiente en la región.
La preocupación de los ciudadanos es evidente, ya que la presencia de Cortolima podría garantizar una evaluación más rigurosa del impacto ambiental y ofrecer una voz adicional en la defensa de los recursos naturales. La comunidad se pregunta: ¿Cómo puede proceder una audiencia de tal magnitud sin la participación de una entidad tan importante?
Este cuestionamiento añade otra capa de complejidad al debate ya tenso sobre la licencia ambiental. Mientras tanto, la comunidad sigue firme en su postura, exigiendo que se escuche su voz y se proteja el río Saldaña, no solo como un recurso hídrico, sino como un símbolo de su herencia biocultural y un pilar de su sustento.
La decisión final de la ANLA no solo determinará el futuro del río, sino que también servirá como un barómetro de la responsabilidad ambiental y la participación ciudadana en Colombia.