Por: Julio César Carrión Castro
La profundamente ignorante, inculta y descompuesta policía colombiana, desde la época de los «chulavitas» (campesinos supremamente ignaros, arreados como una recua de reses por el gobierno godo-falangista de Laureano Gómez para la supuesta defensa de la religión, la familia, las tradiciones y la propiedad) expresa su total sumisión, su perruna obediencia a las castas politiqueras de una manera igualmente ignorante, torpe, tonta y corrompida, cumpliendo todo en cuanto le ordenan sus zafios oficiales, sin cuestionar nada y sin conocer mínimamente sus derechos, sus competencias, ni los deberes constitucionales y, por supuesto, sin la menor idea de qué es la honestidad, la ética o el honor, pero, eso sí, balbuceando y repitiendo tontamente consignas estúpidas como la de «dios y patria», para sustituir, con esa y otras retahílas, la dificultad de pensar o realizar el ejercicio de una reflexión autónoma.
Consagrados subalternos, dispuestos al acatamiento total, asumen que toda esa actividad criminal que desarrollan está consagrada en las leyes y constituye «la defensa de la patria».
Su miseria intelectual y moral de simples “tombos” les lleva a creer que son la «autoridad» y que todo su accionar está precisamente al servicio de dios, de las buenas costumbres, de la democracia y del mítico «Estado de derecho», y no descansan, con sus VERDES uniformes, de actuar como furiosos perros de presa contra todo aquello a que los «jefes» los ahúchen, acatando ciegamente las órdenes emitidas por sus «superiores» gorilas; golpean, disparan y torturan a los sectores populares para proteger a «las personas de bien» y en fin, por el bien de la patria. Si les ordenan lucir camisas BLANCAS lo hacen acompañando a los paramilitares, traquetos y otras «personas de bien» que salen a defender la «democracia» narcofascista de Uribe-Duque. Todo ello sin abandonar esa otra actividad que les encomiendan, supuestamente clandestina. Entonces, estos nuevos “chulavitas” posan de carroñeros buitres, llamándose «águilas NEGRAS», para con su inculta y grosera sintaxis y ortografía proferir amenazas, secuestrar, torturar y matar a los reclamantes de las tierras expropiadas por las élites feudales, a los líderes y lideresas sociales y a los defensores y defensoras de derechos humanos.
Plural y multicolor es la actividad policiaca en Colombia.
JCCC