Por: Elena Rusca
El 1º de mayo de 1886 cuando en Chicago, Estados Unidos, comenzó una huelga de obreros que cambiaría la historia de las y los trabajadores de todo el mundo.
En estos años, se estaba abriendo, en Estados Unidos, la idea de una acción sindical unánime, enseguida a varios fracasos de las gestiones políticas de la época: es la historia de los que hoy son conocidos como “los mártires de Chicago”.
Todo comienza en una convención de la “Federación de trabajadores de Estados Unidos y Canadá” en 1884. En esa convención, la Federación llamó a los trabajadores a luchar por la jornada laboral de 8 horas (que se venía pidiendo desde la década de 1860), para sustituir el día laboral de 10, 12 y hasta 16 horas que prevalecía. La Federación declaró que la jornada de ocho horas entraría a efecto el 1º de mayo de 1886.
Hoy los derechos de los trabajadores penan aún ser respetados. No dejamos de luchar. No olvidamos nuestros derechos.