Recientemente el Gobierno español ha informado que a futuro se prohibirá la práctica de la fractura hidráulica («fracking») en todo el territorio nacional a través de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, con el propósito de cumplir con los objetivos internacionales y alcanzar la denominada «neutralidad climática» antes de 2050.
El Congreso explicó que se encuentra en fase de elaboración el anteproyecto y deberá ir al Senado para su aprobación definitiva, a mediados de mayo. El proyecto aborda temas relacionados con exploración, investigación y explotación de hidrocarburos, buscando limitar los mismos.
En cuanto al “fracking” se supone que al entrar en vigor esta ley, no se otorgarán nuevas autorizaciones para realizar esta explotación de hidrocarburos, técnica de fractura hidráulica que contamina el agua potable y la minería radiactiva como la del uranio. Y tampoco se permitiría la prórroga de este tipo de proyectos más allá de 2042.
El Gobierno tendrá un plazo de dos años para realizar un estudio de la extracción, refinado o procesado de materiales energéticos de origen fósil, para la elaboración de propuestas que disminuyan estos productos en las administraciones y entidades públicas. Así mismo, cada cinco años, el Gobierno deberá realizar un «plan nacional de adaptación al cambio climático», soportado como un informe con los distintos riesgos y las vulnerabilidades en los sistemas naturales.