Aguapanelazo: ellos no son de la calle, son nuestros

Historias

Por: Angelica Corredor


Todos los hemos visto una y otra vez durmiendo donde pueden, comiendo lo que mejor les parece y vistiendo harapos. Estas personas iguales al resto, pero con una particularidad, viven en la calle y en más de una ocasión nos han pedido comida o dinero. Hay muchas emociones que se pueden despertar en nosotros al ver un adulto o joven en esas condiciones y si a eso le sumamos que se comportan de manera extraña muy seguramente ese contexto nos motivará a evitarlo e impedir que su locura termine por hacernos daño o aún peor, a invisibilizarlo para evitar que la realidad que vemos nos lastime.

Los habitantes de la calle son huérfanos de oportunidades, apegados a una limosna, muchas veces sin familia, otras veces con una familia preocupada, unos buscan calmar el hambre con una moneda o alimento y otros la oportunidad de conseguir algo para mantener una adicción al bazuco, al bóxer o a otra sustancia extraña, muchos sufren enfermedades crónicas, otros enfermedades del alma, incomprendidos y criticados.

Sin embargo, son personas que con su mirada cargada de tristeza y amargura piden a gritos ayuda y atención, lamentablemente muchas veces esa ayuda no llega, es por eso que hace 8 años el Aguapanelazo Ibagué surgió con la finalidad de compartir momentos con los que carecen de todo beneficio y comodidad.

No es solo satisfacer el hambre con un bocado de alimento, va más allá… es crear un vínculo o relación con la persona que tiene que dormir en las calles, es hacerlos sentir que no están olvidados, que son importantes, que merecen tener una vida digna y que aún existen personas que piensan en ellos.

La iniciativa del «Aguapanelazo» nació en Ibagué y se ha ido expandiendo por varias ciudades: Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Cúcuta, Florencia, Chaparral, Cali, Yopal, Ciénaga y ahora está a nivel latinoamericano en 3 países: México, Paraguay y argentina.

El Aguapanelazo como concepto es la unión de tres palabras vitales para el ser humano: agua, como símbolo de vida, pan como representación de la necesidad humana, y por último, lazo como el vínculo humano que se crea al compartir con un alma sedienta.

Los jueves a las 7pm inicia la ruta principal desde la Catedral, yendo por toda la 3ª hasta la Plaza de la 14ª. Entramos a la plaza de la 14ª, recorremos las calles para luego salir por toda la primera hasta llegar al Parque Galarza. Despertamos a las personas que tratan de dormir, les ofrecemos un pan, un vaso de aguapanela y algo de charla si así lo quieren.

No solo necesitan un alimento, necesitan una persona que los escuche, alguien que les ayude a llenar un poco esos vacíos emocionales que tienen guardados hace tantos años y que pese al olvido social y estatal tratan de sobrellevar su cotidianidad, ante la adversidad del clima y los peligros que una vida a la intemperie conlleva. Por eso, cada vez que veamos a quienes viven en las calles, podríamos verlos de una manera diferente, sin prejuicios, ni críticas, puede ser alguien que conocimos hace muchos años, puede llegar a ser un familiar. Simplemente son seres humanos iguales a nosotros, buscando como llevar su vida de la manera en que creen posible.

 ¨la vida en la calle es una experiencia, que no puede hacer mártires a los que viven en ella, pues depende de todos que así sea¨

Si quieres saber cómo ayudar comunícate al 319 5073984

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