14 municipios del Tolima hacen parte de la zona de influencia del volcán.
La coordinadora encargada del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales, Gloria Patricia Cortés Jiménez, informó sobre la actualidad del Nevado del Ruiz, señalando que es el volcán que presenta mayor actividad en el país, pues desde el 2.010 ha dejado de tener un comportamiento estable, presentando algunas variaciones importantes que para el 2012 generaron dos pequeñas erupciones que en un comienzo cambiaron su nivel de alerta a amarillo, pasando por naranja y finalmente a rojo.
Destacó además que en el año 2.015 se formó un domo de lava en el fondo del cráter Arenas ya que el magma llegó a la superficie, aunque su crecimiento es muy lento por lo cual no es suficiente para obstruirlo por completo, lo cual generaría un escenario de alto riesgo porque no habría espacio para la emisión periódica de gases, vapores y ceniza.
Son 14 los municipios que comprende la zona de influencia del Volcán Nevado del Ruiz en el departamento del Tolima y 5 en Caldas que tienen cercanía con los ríos que nacen en este macizo, como es el caso del Gualí, que pasa por Mariquita y Honda; así como los ríos Azufrado y Lagunilla cuyas aguas pasan por donde estaba ubicada la población de Armero, o el río Recio, los cuales podrían presentar lahares o avalanchas de escombros y drenar hacia el Magdalena.
En el caso de Caldas las cuencas afectadas directamente serían las de los ríos Molinos, Claro y Chinchiná, que desembocan en el río Cauca hacia el occidente. Cortés, reveló también que las cabeceras municipales de Manizales, Villamaría, Chinchiná y otros municipios cercanos en ambos departamentos podrían sufrir la caída de ceniza o material piroclástico, aunque explicó que no sería necesaria una evacuación, sino simplemente permanecer al interior de las viviendas y usar elementos de protección como el tapabocas.
La coordinadora dijo que la población cercana al volcán no se debe confiar, pues este ya dejó de ser el “León dormido”, como se le conocía hace 35 años, siendo impredecible el momento exacto en el cual podría hacer erupción, situación que hace cada vez más importante educar a las comunidades sobre cómo actuar en el momento en que el Ruiz erupcione.