El Parque Nacional Natural Chingaza, ubicado entre Cundinamarca y Meta, es hoy la quinta área protegida de Colombia y la séptima de Suramérica en ser incluida en la Lista Verde, una iniciativa promovida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza para certificar el cumplimiento de un alto estándar de manejo relacionado con la buena gobernanza, efectividad de manejo y logro de resultados de conservación de las áreas protegidas en el mundo.
Este logro no ocurrió de un día para otro. Los antecedentes para que el reconocimiento le fuera concedido al Parque, principal proveedor de agua para Bogotá y municipios vecinos, iniciaron hace dos años, cuando fue preseleccionado como candidato por su buena gestión y resultados de manejo efectivo.
De ahí en adelante, dice Carlos Mauricio Herrera, especialista en Áreas Protegidas de WWF, “a través del grupo de apoyo de la iniciativa en Colombia, hicimos reuniones con el equipo del área protegida, presentamos y organizamos información e hicimos salidas de campo con miembros del grupo de expertos (EAGL) y el de la UICN para que pudieran ver el manejo, el relacionamiento con actores estratégicos y las condiciones de conservación”.
De ese proceso, añade Herrera, el área protegida obtuvo algunas recomendaciones que posteriormente adoptó y presentó a los evaluadores con un alto desempeño técnico. Y hoy, finalmente, su inclusión en la Lista es una realidad por distintas razones, entre ellas, el trabajo articulado, para el logro de sus objetivos de conservación, con las comunidades de once municipios del área de influencia, entidades gubernamentales locales y regionales, organizaciones civiles y privadas e instituciones académicas.
Además se tuvieron en cuenta la capacidad del área protegida para abordar amenazas y presiones para los ecosistemas y especies, principalmente en escenarios de cambio climático; y sus excelentes resultados de conservación, demostrados no solo mediante el incremento de la presencia de especies como el oso andino (Tremarctos ornatus) y la cotorra orejiamarilla (Pyrrhura calliptera), sino también con la integridad de sus ecosistemas y el mantenimiento de su amplia provisión de servicios ecosistémicos, principalmente el agua.
El reconocimiento no solo significa un respaldo a las capacidades del Parque para cumplir sus objetivos de conservación, sino también el reto de seguir manteniendo el estándar de su gestión. Al mismo tiempo, estar en la Lista Verde le permitirá a Chingaza, refugio de más de 1.000 especies de flora, ser parte de una red en la que áreas protegidas del mundo intercambian experiencias e información, promueven alianzas interinstitucionales y construyen medidas de manejo para el mantenimiento del estándar.
Según Herrera, este acontecimiento también demuestra que Colombia está desarrollando herramientas que permiten tener áreas bien planificadas y manejadas, y es la prueba de que áreas protegidas con alianzas sectoriales fuertes también pueden tener buenos resultados de conservación y gobernanza, como es el caso de la relación sólida de Chingaza con el Acueducto de Bogotá.
Sobre el Parque Nacional Natural Chingaza
- Esta área protegida de 76.600 hectáreas, provee agua a cerca de 10 millones de personas en el Distrito Capital de Bogotá y municipios vecinos a través del Sistema Chingaza (operado por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá).
- Sus ecosistemas de páramo y bosque andino son críticos para la regulación del ciclo del agua en la macrocuenca del Orinoco.
- Por la presencia de más de 400 especies de aves registradas, fue declarada como un Área importante para la Conservación de las Aves (AICA).
- Salvaguarda paisajes y lugares de alto valor cultural para las comunidades indígenas que habitaron en Cundinamarca y Meta.