Palocabildo, municipio tolimense dedicado en mayor parte a la agricultura, es el territorio al que haremos alusión en este séptimo especial de Ojo Público sobre maltrato animal en el Tolima, la lucha de los activistas frente a esta problemática y la poca importancia de algunos gobiernos locales le dan a mitigar estos hechos de crueldad hacia los animales.
Juliana Hilarión, una animalista de corazón
Palocabildo ha sido un municipio históricamente arriero, cuyos campesinos se apoyan de caballos, mulas, yeguas y todo tipo de animales para realizar sus labores habituales, lamentablemente algunos maltratan estos animales de carga, quienes se suman a los que deambulan en condición de calle, quedando olvidado el tema de protección animal.
Juliana Hilarión, es una activista por la protección animal que desde hace 4 años desempeña esta labor, haciendo valer los derechos de los animales, solicitando para ello la compañía de las autoridades competentes como la Policía Ambiental y patrulleros en general.
“He trabajado por mis propios medios y gracias a mi esfuerzo y colaboración de algunas personas he podido conseguir insumos como comida, medicamentos e instrumentos esenciales para darle una atención oportuna a estos seres indefensos”, aseguró la animalista.
Y agregó: “La principal problemática del municipio es no contar con un veterinario y no tener un lugar que se pueda usar como refugio para así brindarles un techo y una atención adecuada a los animales sin importar su especie”.
Juliana dice que desde que el municipio comenzó a ver el interés que ella le estaba prestando a los animales vulnerables, se han visto disminuidos los casos de abandono y maltrato, aunque expresa que su mi familia le ha brindado apoyo incondicional para que pueda seguir adelante en su noble causa.
“Me toca trabajar sosteniéndome de mi familia, atendiendo y alimentando a los animales de calle con lo que a medias logro conseguir. En los 4 años de trabajo como animalista solo he recibido apoyo de la administración actual, esta administración ha demostrado un sentido de pertenencia por los derechos de los animales, pues en cuanto a las demás autoridades es como si no existieran, ya que poco o nada hacen al respecto”.
Por estas razones, enfatiza en que es necesario contar con un médico veterinario en este municipio, pues los animales requieren una atención temprana para poder ser salvados sin tener que trasladarse la mayoría de veces hacia otros lugares, corriendo el riesgo de no poder llegar a tiempo.
Juliana finalmente espera conseguir la adecuación del coso municipal como refugio, establecer una zona a manera de reserva animal en donde sean liberados osos perezosos y lograr el traslado de un médico veterinario con los equipos necesarios para brindar una atención pronta y de calidad.