Denuncias de la comunidad permitieron que el pasado lunes 15 de junio en un operativo conjunto entre Cortolima, Policia y Ejército Nacional, se cerrara de manera preventiva una ladrillera que funcionaba al sur de la capital tolimense.
Se trata de la ladrillera Calamar que según el informe técnico de la subdirección de Calidad Ambiental de Cortolima, adelantaba actividad de quema de material en horas de la noche.
“El proceso de aceleracion en el encendido del horno se presenta la contaminación atmosférica, lo anterior por la utilización de materiales no adecuados como son retal de diferentes maderas mojadas con aserrin y plásticos o textiles y bolsas de diferentes concentrados para pollos y cerdos, que por su combustión genera gases que contaminan el ambiente y ocasionan afectación a la comunidad que se encuentra en la periferia de la ladrillera”, explico la autoridad ambiental.
En estos casos, la afectación al ambiente se incrementa por el diseño del horno, el cual es artesanal fijo de fuego directo, techo abierto y tiro ascendente para la cocción también denominada quemado o simplemente quema directa.
De acuerdo al Plan de Ordenamiento Territorial y concepto emitido por la Secretaria de Ambiente y Gestión del Riesgo del Municipio de Ibagué, en 2018 se venció el plazo para llevar a cabo la reubicacion, a un sector con un uso de suelo permitido para dicha actividad.