La reducción del congreso

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Por: Carlos A. Vasquez


Han sido tantas las sorpresas que nos ha dado nuestro actual gobierno que, pareciera ya nada nos sorprende. Pareciera que podemos esperar cualquier cosa, ¡lo que sea! por inhumano, ilegal o inconstitucional que parezca; acá todo es posible.

Las podría nombrar una a una, pero, prefiero ir abordando cada tema para tratar de desmenuzarlo lo mejor posible. Y quiero iniciar con uno que preocupa mucho: el deseo del partido de gobierno por recortar el congreso.

Vender humo es uno de los mayores activos de la clase política colombiana. Nos han maniobrando con cuentos chinos y verdades a medias desde siempre, y ésta no es la excepción.

Nos quieren vender la idea de qué si recortamos el congreso ahorraremos en gasto público (300 mil millones) y, que ése dinero sería destinado a promover ayudas a los más necesitados. Suena muy bonito verdad… Bueno, la mayor y más costosa de las baratijas nos quieren vender con argumentos de austeridad.

La realidad de toda ésta pirueta es que quieren eliminar del congreso y de la toma de desiciones a la oposición, a los partidos de representación popular para poder «gobernar» a sus anchas sin ningún tipo de control. El derroche superará en cientos el supuesto ahorro del pago de congresistas. Sabemos que el sueldo de un congresista es para los tintos; pues la cantidad que se roban los parlamentarios gobiernistas supera en miles los 32 millones de su salario. No en vano se pierden en Colombia 50 billones al año. Es decir: esa platica que nos ahorraremos por el pago de congresistas que hacen control y vigilancia al gobierno, no es comparable con lo que nos vendría pierna arriba con un gobierno sin vigilancia. Recuerden que la consulta anticorrupción proponía varios cambios, entre otros: reducir el salario de los congresistas; y fue precisamente el partido de gobierno quienes más se opusieron y lograron que la consulta fracasara. Podríamos decir entonces que, no les interesa recortar sus salarios sino recortar a sus opositores.

Los países no son democráticos porque haya un presidente, sino porque tengan un buen congreso.

Un país con presidente pero sin garantías en el congreso sólo se puede definir como una dictadura. Y ejemplos de ése fenómeno hay varios. Sin ir muy lejos: Fujimori, Chávez, y Maduro, dentro de un marco «democrático» lo propusieron con resultados que ya conocemos.

En Italia aprobaron dicha ley de reducir el congreso, pero primero tendrán que ir a una consulta popular, proceso que no creemos que el gobierno colombiano deje como posibilidad, pues conoce de primera mano que los electores son impredecibles y se les puede quemar el pan en la puerta del horno como le sucedió a Santos con el plebiscito por la paz.

El proceso sería de la siguiente manera: al ser una enmienda a la carta política requiere superar 8 debates: 4 en el período legislativo que inicia el 20 de julio de 2020 y otros 4 entre marzo y junio de 2021.

Historial

Colombia no es ajena a esta propuesta totalitarista: por allá en el 49, en plena época de la violencia, el presidente de la época maniobro el artículo 121 sobre orden público -situación que se ve venir a causa del coletazo económico ocasionado por la pandemia- y cerró el congreso, asambleas y concejos municipales en todo el país. Se hicieron modificaciones a la corte suprema de justicia, se prohibieron las manifestaciones públicas y establecieron la censura de prensa. Durante 8 años se gobernó sin congreso y fueron expedidos más de 10.000 decretos a dedo, ocasionando una proliferación de la violencia en todo el territorio nacional. La sangre y la pobreza eran algo normalizado por esos días; nada distinto a lo que está sucediendo con nuestra actual sociedad: ya estamos anestesiados, pues son tantas las dolencias que llevamos a cuestas que, no sabemos en donde ponernos la pomada, y como en un acto de salud mental dejamos de sentir dolor por casi todo: corrupción, despilfarro, asesinatos de líderes sociales, niños muriendo de hambre, narcotraficantes de alto gobierno, represión social, saqueo a las ayudas humanitarias, miembros de la fuerza pública cometiendo todo tipo de delitos, matoneo y desatención a los trabajadores de la salud.

1 comentario en «La reducción del congreso»

  1. Muy buena reflexión Mi Apreciado Amigo, y de paso permítame darle la bienvenida al Mundo de las letras, y el libre pensamiento. Desde ya le auguro una larga estadia en este importante Medio Escrito…Un Abrazo

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