Calambeo y la avenida 13, un urbanismo de naturaleza muerta

Columnistas Opinión

Por: Víctor Sánchez, gestor cultural


Los constructores y los banqueros estarán felices, pueden seguir destruyendo. El decreto presidencial de la cuarentena inteligente, les permitió continuar sus obras y proyectos.

A pesar de que en Ibagué un grupo de  residentes en el  sector de Calambeo, lleva cinco largos años  pidiendo a la Secretaría de Planeación Municipal , a los Curadores Urbanos, a Cortolima, a los órganos de control y las autoridades del Municipio, que por favor respeten su derecho a un ambiente sano, al ver a diario la deforestación y los daños al ecosistema, las constructoras descapotan y tumban el bosque natural. 

Luego, con el mayor cinismo, pintan coloridas  vallas con imágenes de la naturaleza muerta que acaban de destruir, invitando a los incautos compradores  a adquirir su vivienda   en  este exclusivo  sector, calificado  en sus mensajes publicitarios como «el mejor espacio para vivir», sembrando una barrera de torres de apartamentos de hasta veinte pisos, sin agua potable, ni alcantarillado,  sin las vías adecuadas.

Burlan las normas, amparados en la penumbra de un cuestionado y demandado  Plan de Ordenamiento Territorial, convertido en una enredadera de artículos e incisos  aprobada  sin discusión y tendida como cortina impúdica para proteger la avaricia de dos o tres dueños de lotes y urbanizadores, enviando al desamparo a la mayoría de la población que también tiene derecho a la ciudad.

El paisaje urbano de este piedemonte, está en riesgo también con la construcción de la avenida 13, que inicia en este sector de la calle 19 en Calambeo, pasa  por los predios de la antigua Granja San Jorge patrimonio cultural y natural de la Nación, cruza un territorio de quebradas y drenajes, hasta llegar al Salado. Sin duda esta vía estimulará aún más la contaminación de las aguas y  la urbanización irresponsable de los cerros del Norte. 

Calambeo está localizado en la parte media de los llamados Cerros del Norte que van desde los corregimientos Cay al occidente hasta El Salado al oriente, es un cordón montañoso perteneciente al llamado Batolito de Ibagué, con suelos arenosos de fuertes pendientes que históricamente ha presentado deslizamientos y fenómenos de remoción en masa. 

Allí nacen una gran cantidad de riachuelos y quebradas que forman la cuenca urbana del río Chipalo, alcantarilla abierta que recoge en su recorrido las aguas servidas de las comunas 2, 3, 4, 5 y 6.

En esta zona está ubicado uno de los principales sistemas hídricos, del cual se surten más de 10 acueductos comunitarios, es fuente de  recarga de aguas subterráneas y surte  un distrito de riego de la meseta de Ibagué. Sus bosques cumplen una función protectora del clima y albergan gran variedad de especies de fauna y flora, razón por la cual ha sido declarada Zona de preservación, conservación y reserva natural y de protección para el ecoturismo.(1)

El derecho a un ambiente sano, no es un capricho ambientalista, es un derecho colectivo vigente en la Constitución Nacional de 1991, la legislación Colombiana y reconocido universalmente por todos los gobiernos, desde  1972 en la conferencia de Naciones Unidas sobre el medio ambiente humano y en la  Declaración  sobre Asentamientos Humanos de 1976  suscrita por Colombia, donde expresa  que el desarrollo urbano descontrolado tiene impactos medioambientales y ecológicos, razón por la cual llama a establecer planes específicos para las ciudades, que permitan asumir los procesos de urbanización de manera sostenible, respetuosa y responsable con el entorno.

Yo no sé si esta pavorosa pandemia, es un castigo divino, pero la naturaleza, nos avisa. ¿Por qué los funcionarios públicos y autoridades no escuchan  los reclamos de los vecinos de Calambeo, por qué no atienden  los resultados de los estudios técnicos y los registros de eventos pasados en estos territorios?

En 1995 una avalancha de las quebradas Alaska, Alaskita, el Pañuelo, los Alpes, afectó ocho barrios de la comuna 2, causando gran daño con viviendas averiadas, inundaciones, taponamiento de alcantarillados y daños en las vías. También en la comuna 6, sectores de los barrios  la Gaviota, Arkambuco y Antares, registran episodios históricos de  avalanchas por taponamientos de las quebradas La Tusa y la Saposa con afectación en viviendas y en las  vías. La misma situación y el riesgo es permanente con la quebrada Las Panelas en los barrios Cañaveral y Gualandayes, fenómenos que no son naturales al ser   causados por las infracciones normativas de los constructores que no respetan las franjas de protección de estos afluentes que nacen en los Cerros del Norte y que hoy continúan amenazados por los proyectos de vivienda y apartamentos en el Vergel, privando a sus habitantes al derecho a gozar de un entorno seguro, a un ambiente sano y al paisaje urbano.

El presente es un momento de transformación cultural y social, los estudios científicos indican  que estas pandemias son fruto de las actividades humanas que han alterado el ciclo del agua y el equilibrio ecosistémico de la madre tierra. Es hora de un urbanismo a escala humana.

En estos momentos de estudio y aprobación del Plan de Desarrollo Municipal, es sensato dar un espacio a un plan especial de sostenibilidad para esta zona de la ciudad. Las ciudades del mundo están orientando acciones de mitigación del cambio climático, apropiando  los derechos de la naturaleza, dando fluidez a las ideas creativas y diversas, reconociendo que hacemos parte de un ecosistema frágil y vulnerable que requiere de nuestro ingenio y de nuestra capacidad para dar solución a problemas complejos, garantizando la disminución del impacto ambiental y el derecho de todas las especies a vivir en condiciones de dignidad.

(1) WWW.cimpp.Ibague.gov.co. Centro de información municipal para la planeación participativa. Planes comunales y corregimentales de desarrollo.

2 comentarios en «Calambeo y la avenida 13, un urbanismo de naturaleza muerta»

  1. Muy importante que un destacado grupo de ciudadanos cuiden celosamente el patrimonio cultural y ambiental de la ciudad y además se tomen el trabajo de informar y divulgar..
    Gracias por ese esfuerzo y las reflexiones ojalá no caigan al vacío.
    Estamos viviendo el momento mas difícil de los ultimos cien años y la conclusion es una.» O nos respetamos con la naturaleza o ella viene por lo que queda.
    Héctor Arteaga.

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