El periodismo en Colombia, una profesión de alto riesgo

Por: Jhon Jairo Quevedo Amaya

Hoy por hoy es complejo encontrar periodismo reflexivo que provoque en el ciudadano el ánimo de a ir más allá del sensacionalismo y el amarillismo. Si esto es así en muchos de los medios de comunicación lo es también en el profesional de periodismo, aunque siempre hay excepciones; lo triste es que no debería ser la excepción sino la norma.

¿Por qué se ha hecho excepcional ver este tipo de periodismo?  Parece que progresivamente la propiedad de estos medios de comunicación ha ido quedando en manos de los grupos económicos con fuertes intereses políticos y esto se ve reflejado en la información que por estos medios se transmite, información que de ninguna manera se permitirá afectar la situación económica y de poder del cual se ven beneficiados los propietarios del medio.

Por otro lado, se podría abordar la tarea periodística desde la postura de la generación de conciencias críticas frente a la realidad social. Pero hay que puntualizar que esto solamente es posible de lograr partiendo de un periodismo crítico que no responda a los intereses del poder.

Prueba de que  ello es posible es el papel determinante que ha jugado en los procesos sociales y políticos de la historia de la humanidad. Y pongo  como ejemplos periódicos nacionales y periodistas  que han sabido permanecer en  una perspectiva crítica de cara al poder. Nombres como el de Jaime Garzón asesinado por su manera de denunciar la hipocresía de una sociedad como la colombiana y de medios alternativos que hacen algún esfuerzo por mantener su independencia, aunque esto constituya dificultades económicas, periodistas como Gonzalo Guillen ya curtido por las innumerables amenazas contra su humanidad y que continúa en la labor periodística, investigativa y de denuncia. Profesionales y medios de comunicación que no olvidan el compromiso y la responsabilidad del periodismo en la construcción social.

Existen hoy profesionales del periodismo con título o sin él ejerciendo la superlativa labor de informar a la sociedad y se preparan en la universidad otro gran número que pretenden hacerlo en un futuro. Ya es hora que vayan tomando la decisión de cuál vertiente tomar, si la de la estabilidad que les proporciona la conveniencia del periodismo edulcorado que caracteriza a varios medios privados o por otro lado la labor inconmensurable que pone por encima de su bienestar económico su compromiso con la verdad.

Es una decisión que ha de tomar quien hoy se forma para ejercer el periodismo, aunque sea frente a la situación en la que el oficio del periodista se convierte en una insurrección castigada muchas veces con la muerte, pero teniendo bien claro que de esta manera se dota a la ciudadanía de las herramientas de la información sobre la realidad y la conciencia, así estas sigan siendo perseguidas.